Convierten CO2 en un combustible sólido en forma de polvo que se puede almacenar
Este avance acerca a la realidad un sueño ambicioso: utilizar el CO2 capturado como materia prima para crear un combustible limpio que reemplace a las baterías convencionales y almacene electricidad durante meses o incluso años. Esto podría ser crucial para cubrir las necesidades energéticas de las redes eléctricas nacionales en su transición de los combustibles fósiles a energías intermitentes como la solar y eólica.
A pesar del éxito, el proceso de llevar esta solución del laboratorio al mercado comercial no es sencillo y requerirá de espacio y financiación. El equipo del MIT publicó un estudio en la revista Cell Reports Physical Science detallando su proceso eficiente para convertir el CO2 en combustible.
Los científicos consideran que este combustible derivado del CO2 podría ser más prometedor que el hidrógeno y el metanol para la generación de energía, debido a sus características no tóxicas y su capacidad de almacenamiento a largo plazo.
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