Un británico es descendiente directo de un fósil de hace 10.000 años
En lo más profundo de la cueva de Gough en la garganta de Cheddar, Somerset, Inglaterra, yace el esqueleto completo de Homo sapiens más antiguo encontrado en Gran Bretaña: el hombre de Cheddar. Descubierto en 1903, este fósil masculino del Mesolítico, que data de aproximadamente 10,000 años antes del presente, ha estado en el centro de la atención científica desde que se reveló una conexión sorprendente décadas después.
Durante muchos años, el hombre de Cheddar no atrajo mucha atención en la comunidad científica. Sin embargo, en 1997, se hizo un descubrimiento que cambiaría eso drásticamente: Adrian Targett, un profesor de historia inglés de 42 años, no solo resultó ser el descendiente directo de este antiguo ancestro, sino que también vivía en la misma región.
La clave de esta conexión radica en el ADN. Los estudios genéticos detallados revelaron que el ADN de Adrian Targett coincidía con el del hombre de Cheddar. Esta huella genética se transmitió de madre a hijo, indicando un antepasado materno común a ambas personas.
La historia adquiere una nueva dimensión al considerar los aspectos científicos de este hallazgo. El ADN del hombre de Cheddar ofrece información invaluable sobre la historia humana en Gran Bretaña durante el Mesolítico. Los datos genéticos específicos permiten rastrear la ascendencia materna compartida, arrojando luz sobre la migración y evolución de poblaciones humanas en la región en ese período.
Este descubrimiento subraya la capacidad única de la genética para conectar a las personas con sus antepasados a lo largo de milenios. La historia de Adrian Targett y el hombre de Cheddar demuestra cómo la ciencia puede revelar conexiones sorprendentes en nuestra historia ancestral, proporcionando una ventana fascinante a la evolución y migración de las poblaciones humanas a lo largo del tiempo.
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